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lunes, 10 de agosto de 2015

Especial Elisabet Benavent (Betacoqueta)

Tenía ganas de escribiros sobre mi autora favorita desde que la descubrí. No hay ningún libro que no me guste o me aburra, y siempre pendiente de sus redes sociales esperando al siguiente. Os cuento más o menos sus libros, que suelen ser historias actuales en dos o tres libros pero no se te hacen largas, al contrario siempre quiero más.

La primera vez la descubrí de casualidad por Twitter, estaba mirando una cuenta de esas que te recomiendan libros y vi una portada que me llamó la atención. Era su primer libro, En los zapatos de Valeria. Y fui a la librería y me compré no sólo ese, sino los 4 libros de la historia. Y a partir de ahí, me he leído todos los que han ido saliendo.

1. Valeria.


No voy a poner ni la sipnosis ni un resumen, porque me parece imposible hacerlo sin contaros más de lo que debería. Solo os puedo decir que Valeria creía que tenía ya la vida resuelta, pero cuando menos se lo espera todo cambia en ella y en su vida. A Valeria la acompaña sus amigas Carmen, Nerea y Lola, la gran Lola (ya me entendereis). Cada una con sus vidas y sus líos, cada una con sus cambios inesperados. Yo me leí el primer libro en una noche, enganchadísima. Me dieron las 3 de la mañana y no podía parar. En ese fin de semana me acabé los 4 libros. No para de pasar cosas, cuando crees que va a tomar una decisión, va Valeria y hace lo contrario. Y es de esos libros que cuando acaban, te alegras porque sabes qué pasa con cada una de las protagonistas pero también te da pena porque acabas cogiéndole tanto cariño a cada una que no quieres que se acabe. 

2. Silvia.

Esta historia son dos libros, pero qué dos libros!. Es mi favorita, aunque las tres historias me encantan, Silvia me llegó de una manera especial no se por qué. Lo mismo, no quiero resumir sólo explicaros más o menos por qué me gusta tanto. En esta historia hay amor, mucho amor. Está el amor que parece que te conviene, que es lo que has buscado toda la vida. Y después el amor que llega sin darte cuenta con alguien que te hace sentir plena y que te da unas sensaciones en tu cuerpo que no entiendes pero hay algo que te dice que no te conviene. La típica lucha de la cabeza y el corazón. Y hasta que no lo entiendas no sabes que es amor de verdad. Yo me leí los dos libros un domingo en casa mientras echaban las típicas películas aburridas de antena 3. No me enteré de ninguna película, sólo estaba pendiente de los libros. Es una historia de amor diferente a las que sueles leer en cualquier libro romántico, y por supuesto hay sexo, pero no un sexo feo sino un sexo con tanto amor (que más quisieramos algunas). Y por supuesto, la autora no dejó de sorprenderme.


3. Alba.

Esta es su última trilogía y sigue gustándome. Es cierto que esta es más sexual. Mucho más. Pero me encantó porque es algo diferente a las dos anteriores. Y el amor siempre está presente, aunque no es un amor convencional como tu y yo podemos entenderlo. Es especial. ¿Quién no ha querido hacer una mezcla entre dos personas para que surgiera nuestra persona perfecta? Pero eso es imposible, y las decisiones en el tema del corazón a veces no son fáciles, sobre todo si no quieres hacer daño a ninguna parte. Esta trilogía muestra una historia de amor totalmente diferente, pero igual de romántica y verdadera que cualquier otra. También me enganché muchísimo y me dieron las tantas de la madrugada dos días para acabarlo.




Yo solo os puedo decir que Elisabet Benavent siempre sorprende, que una vez que leas una de sus historias, acabarás leyendote las otras, que cada historia te enamora y te hará quedarte leyendo hasta que se te cierren los ojos porque en cada página del libro hay magia. Esperando nos tiene para que publique la próxima historia. Además que las historias de amor que cuenta son historias que puedes conocer tú misma, que no son demasiado perfectas, ni son príncipes azules que sabes que nunca vas a encontrar, sino que los personajes son como tú o como yo, o como cualquier amigo o amiga que tienes. Y no se que más puedo decir, que os animéis no os vais a arrepentir.


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